Historia de las mil grullas
¿Sabías que existe una antigua leyenda en Japón, «Senbazuru», que dice que cualquier persona que haga 1.000 grullas de papel le será concedido un deseo?
Las mil grullas de origami se convirtieron en un símbolo de la paz a causa de la historia de Sadako Sasaki (1943-1955), una niña japonesa que deseó curarse de su enfermedad producida por la radiación de la bomba atómica que cayó sobre Hiroshima. Tras el consejo de su amiga Chizuko, y mientras estaba en el hospital, decidió que haría 1.000 grullas de papel. Pensó que su deseo no sólo sería para curarse, sino también para que todo el mundo pudiera vivir en paz y no hubiera más guerras. Sadako no pudo superar su enfermedad y tampoco acabó de hacer todas las grullas (tuvo que detenerse en la 644). Pero Chizuko y muchos otros amigos llegaron a hacer las 1.000 grullas, que de esta forma, se convirtieron en un símbolo de la paz en todo el mundo.
Ahora Sadako Sasaki tendría 65 años, y es un símbolo de todas las vidas inocentes que se perdieron durante la guerra. En ese entonces, sus compañeros del colegio comenzaron a recolectar dinero para construir un monumento en su honor en el Parque Memorial de la Paz de Hiroshima. Recibieron donaciones de todo el país y en 1958 se construyó el Monumento a la Paz de los Niños, en el que se hizo una estatua de la niña sosteniendo una grulla. En el monumento sale escrito: “Este es nuestro grito. Esta es nuestra oración. Para construir la paz en el mundo".
Después de morir, fue reconocida internacionalmente como un símbolo de las víctimas de la guerra y es una heroína para mucha gente del país nipón. En 2007, la fundación creada por su hermano, Sadako Legacy, comenzó a donar las grullas que hizo la niña a distintos lugares del mundo que necesitaban recuperarse de un trauma pasado.
Tradicionalmente, regalar grullas de papel se ha asociado con el hecho de querer desear salud, bienestar, felicidad y prosperidad. Se regalan, entre otros momentos, cuando nace un bebé, cuando una pareja se casa, cuando alguien está enfermo… o bien se pueden regalar a alguien que quieres o que es importante para ti.
En todo Asia la grulla era un símbolo de la felicidad y la juventud eterna. En Japón era considerada una criatura santa (también el dragón y la tortuga) que simbolizaba buena suerte y una larga vida, porque se decía popularmente que estas aves vivían mil años.
A continuación les comparto un video con el cuento que escribió la autora Argentina Elsa Bornemann en referencia a esta hermosa historia de Sadako Sasaki. Espero que lo disfruten!!
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